

3. Huye de los dolores: Caminar mantiene tu espalda fuerte y saludable, pues acondiciona todo tu cuerpo. Su ritmo natural de contracción y relajación alivia la tensión y fortalece los músculos posturales.
E trotar también ayuda a tu cuerpo a liberar endorfinas, que son las hormonas que atenúan el dolor.
Intenta caminar o realizar algún otro ejercicio aeróbico por 20 minutos al día, por lo menos tres veces a la semana.
Nadar, andar en bicicleta y correr, practicar Yoga o Pilates también son actividades muy positivas para tu espalda y para tu cuerpo en general.
4. Dormir con un buen soporte:
Es importante que tu colchón te dé el soporte adecuado, que sea plano, uniforme y que no se hunda. Una cama pierde mucha firmeza con el paso de los años.
Un colchón es como un par de zapatos: puede satisfacer tus necesidades por algún tiempo pero se desgasta con el paso del tiempo.
Invierte en un buen colchón. Por lo general es mejor que no sea muy rígido, pero te recomendamos probar varios colchones para que compres el que más te acomode.
Un buen indicador es dormir cómodamente en la cama de un hotel, y probando varios, podrás hacer tu mejor elección.
5. Prohibido el tabaco…
Tal vez no quieras escuchar esto, pero fumar no solamente es malo para tu salud en general; también es perjudicial para tu espalda porque incrementa el envejecimiento general de tu espina dorsal. Si sufres de problemas de espalda, trata de eliminar este hábito lo antes posible.