¿Qué son las costras?
Las costras son capas protectoras de tejido que se forman al inicio del proceso de cicatrización, después de que la piel ha sufrido algún daño por lesiones como un corte, raspón o arañazo.
Saber qué es una costra ayuda a entender su rol en el proceso de curación. Su función principal es proteger la herida de bacterias y evitar infecciones. Sin embargo, este no es el entorno ideal para una curación óptima. Lo más recomendable es usar un apósito para favorecer una cicatrización en ambiente húmedo, lo que ayuda a que la piel sane más rápido y con menor riesgo de cicatrices.
¿Se deben quitar las costras?
No se deben arrancar las costras, ya que cumplen una función importante al proteger la herida. Si las quitas antes de tiempo, solo estarás alargando el proceso de cicatrización y aumentando el riesgo de que se forme una cicatriz. Al remover una costra de forma prematura, interrumpes la regeneración natural de la piel y eliminas el nuevo tejido que se está formando debajo.
Además, al desprenderla, puedes provocar sangrado y la aparición de una nueva costra, dejando la piel expuesta a bacterias y gérmenes, lo que también puede derivar en una infección.
¿Cuánto tarda en sanar una costra?
Las costras suelen desprenderse de forma natural en un período que va desde unos pocos días hasta varias semanas, dependiendo del tamaño y la profundidad de la herida. Puedes ayudar a que la piel sane más rápido manteniéndola limpia, húmeda y cubierta con un apósito o una venda. Esto favorece una cicatrización más eficiente y reduce el riesgo de cicatrices.
¿De qué color puede ser una costra?
Hay varios tipos de costras y éstas pueden variar de color según la humedad o si existe una infección. En general, una costra sana suele tener un tono rojo oscuro o marrón.
- Costras amarillas: Pueden deberse a la presencia de líquido seroso, una sustancia amarilla y transparente que forma parte del proceso de cicatrización. Sin embargo, también pueden indicar infección, especialmente si se acompaña de mal olor o inflamación.
- Costras verdes: Suelen ser señal de una herida infectada. En estos casos, se puede acumular pus verde o amarillo debajo de la costra, que al salir modifica su color. Otros síntomas pueden incluir enrojecimiento, cambio de color en la piel y dolor.
- Costras blancas: La exposición a la humedad puede volver la costra blanca, algo común al bañarse o ducharse. No necesariamente es señal de algo grave, pero conviene vigilar su evolución.
¿Por qué pican las costras?
Durante la cicatrización, es común y completamente normal que una costra pique. Esto forma parte del proceso natural de curación. Tras una lesión, el cuerpo libera ciertas sustancias, como la histamina, que provocan picazón e inflamación en la zona de la herida. Aunque moleste, es importante no rascarse, ya que hacerlo puede interrumpir la cicatrización, abrir la herida nuevamente y derivar en una costra herida infectada, lo que complica el proceso de recuperación.
Cómo evitar que se formen costras
Lo ideal es prevenir la formación de costras, ya que estas pueden retrasar la cicatrización al interferir con la regeneración del nuevo tejido cutáneo. Las costras se pueden evitar si la herida se trata en un ambiente de curación húmedo, manteniéndola limpia, protegida y bien hidratada desde el principio. Esto favorece una curación más rápida y con menor riesgo de cicatrices.
Limpia
Primero, limpia la herida para reducir el riesgo de infección. Una vez que la zona esté limpia, aplica Curitas Wound Spray para una limpieza más profunda. Este spray antiséptico actúa rápidamente, no causa dolor y ayuda a prevenir infecciones de forma eficaz.
Hidrata
Aplica una pomada sobre la herida para acelerar la curación natural de heridas menores antes de que se forme una costra. Esta pomada debe crear una película transpirable que protegerá la herida de agentes externos y evitará que se reseque. Puede usarse junto con apósitos de Tela, Sensitive y Resistentes al Agua de Curitas.
Protege

Proteger la herida con un apósito hidrocoloide, como Curitas Second Skin Advanced Plaster, ayuda a prevenir la formación de costras, reduce el riesgo de cicatrices y permite que la piel cicatrice de forma óptima.
El apósito Curitas Aqua Protect Kids es 100 % resistente al agua, lo que permite bañarse, ducharse o nadar sin necesidad de reemplazarlo.
Siempre es recomendable atender la herida antes de que se forme una costra. Aunque las costras son parte natural del proceso de curación, pueden retrasarlo, especialmente si llegan a infectarse. La mejor forma de tratar una herida es actuar a tiempo, antes de que se forme la costra y exista riesgo de que deje una cicatriz.
Causas de las costras
Las costras se forman principalmente para proteger la herida frente a la pérdida de sangre y posibles infecciones. Las plaquetas (células responsables de la coagulación) actúan rápidamente para detener el sangrado. A medida que la sangre se seca en la superficie, se forma una capa dura y seca: la costra. Las costras pueden aparecer como resultado de:
- Acné
- Infecciones bacterianas
- Picaduras de insectos
- Varicela
- Cortes, raspones y arañazos
- Quemaduras por fricción
- Quistes
- Eccema
- Foliculitis
- Infecciones por hongos
- Herpes
- Impétigo
- Lesiones en el cuero cabelludo infectadas
- Psoriasis
- Dermatitis seborreica
Costras en el cuero cabelludo
Las costras en el cuero cabelludo pueden tratarse, en general, de la misma manera que en otras partes del cuerpo. Sin embargo, en algunos casos pueden ser un síntoma de una condición subyacente que requiere atención médica adicional, como por ejemplo:
- La psoriasis del cuero cabelludo es una afección inflamatoria que genera picazón y descamación, parecida a la caspa. Rascarse las zonas afectadas puede provocar la formación de costras y, en casos severos, pérdida de cabello.
- La dermatitis por contacto es un tipo de eccema que ocurre cuando una sustancia irritante entra en contacto directo con la piel. Puede causar ampollas en el cuero cabelludo, que al secarse forman costras.
- La foliculitis es una infección de los folículos pilosos, que puede generar granos o llagas tras el rasurado. Si se manipulan, pueden formar costras o incluso cicatrices.
- La dermatitis seborreica es una condición común que provoca piel enrojecida, con picazón y escamas, especialmente en el cuero cabelludo o cerca de la línea del cabello. Si se rasca en exceso, puede derivar en la formación de costras.
Costras infectadas
Una costra infectada se diferencia visualmente de una costra común porque suele tener un color amarillento, y la zona que la rodea puede verse inflamada o hinchada.
El color amarillo en una costra también puede ser señal de impétigo, una infección bacteriana frecuente que puede propagarse por el cuerpo o a otras personas, y en algunos casos provocar fiebre.
Si te sientes mal y sospechas que tu herida está seriamente infectada, lo mejor es consultar a un médico lo antes posible.
Preguntas frecuentes sobre las costras (2)
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¿Qué pasa si no te quitas una costra?
Una vez que la piel debajo de la costra ha sanado y se ha formado piel nueva y saludable, la costra se caerá de forma natural.
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¿Sanan más rápido las costras en seco o en húmedo?
En general, la curación en ambiente húmedo favorece una cicatrización más rápida. Esto se debe a que las células epiteliales —o células de la piel— migran más fácilmente sobre una superficie húmeda, lo que permite que la herida se cierre y cicatrice más rápido.
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