Entender estas diferencias te ayudará a aplicar el cuidado adecuado, prevenir complicaciones y favorecer una recuperación más rápida. Explora a continuación los distintos tipos de heridas abiertas y cerradas, y conoce tratamientos efectivos para cada caso.
Entender estas diferencias te ayudará a aplicar el cuidado adecuado, prevenir complicaciones y favorecer una recuperación más rápida. Explora a continuación los distintos tipos de heridas abiertas y cerradas, y conoce tratamientos efectivos para cada caso.
¿Qué es una herida?
Una herida se considera cualquier daño que afecta los tejidos del cuerpo, como la piel o los órganos. Existen distintos tipos de traumas que pueden causar heridas, y es fundamental limpiarlas y tratarlas tan pronto como se detectan para evitar infecciones que podrían generar complicaciones mayores.
Los tipos de heridas cortantes más comunes se dividen en dos categorías: heridas abiertas y heridas cerradas. Cada una requiere un tipo de tratamiento distinto, dependiendo de su gravedad.
¿Cuáles son los tipos de heridas abiertas?
Las heridas abiertas son aquellas en las que los tejidos internos quedan expuestos y están en contacto directo con el ambiente exterior, como en el caso de heridas penetrantes.
Abrasión

Las abrasiones ocurren cuando la piel roza o se raspa contra una superficie áspera, comúnmente al caerse. Son muy frecuentes en niños durante actividades al aire libre, como andar en bicicleta o jugar fútbol. Generalmente afectan solo la epidermis, es decir, la capa más superficial de la piel. Sin embargo, pueden volverse más serias si abarcan una zona extensa del cuerpo o si la herida es más profunda.
Las abrasiones rara vez dejan cicatriz, y es posible evitarlas por completo si se sigue una rutina adecuada de cuidado de heridas paso a paso.
Laceración

Una laceración es una herida causada por el desgarro de la piel debido a una fuerza externa. A diferencia de una incisión, los bordes de la piel en este tipo de heridas suelen ser irregulares, lo que aumenta el riesgo de cicatrices visibles si no se sigue una rutina adecuada de cuidado.
Las laceraciones tardan más en sanar que las incisiones, ya que el tejido desgarrado presenta bordes más irregulares. Estas heridas pueden afectar tejidos profundos del cuerpo, como: huesos, vasos sanguíneos, músculos, tendones, ligamentos, nervios u otros órganos internos.
Suelen aparecer en zonas del cuerpo donde la piel está cerca del hueso, como las rodillas, codos, espinillas, frente o parte superior del cráneo.
Incisión
Generalmente, las incisiones sanan más rápido que otros tipos de heridas, ya que los bordes de la piel son más lisos. Esto hace que las cicatrices resultantes de incisiones profundas sean menos visibles en comparación con otro tipo de lesiones.
Punción
Avulsión
Cómo tratar heridas abiertas
El tratamiento de las heridas abiertas puede variar según el tipo. En el caso de los tipos de heridas cortantes, puedes seguir estos pasos en casa para reducir el sangrado, el dolor o la hinchazón.
Detén el sangrado
Asegúrate de detener el sangrado aplicando presión con un paño limpio o una venda sobre la herida. Este paso es importante porque ayuda a evitar una pérdida excesiva de sangre, reduce el riesgo de infección y permite que el cuerpo comience el proceso de curación.
Limpia la herida y desinfecta la zona
Enjuaga suavemente la herida con agua tibia y limpia para eliminar suciedad o residuos. Usa jabón suave alrededor de la herida, pero evita aplicarlo directamente sobre ella para no causar irritación.
Curitas Spray para Heridas es un spray antiséptico sin dolor, diseñado para limpiar heridas menores como cortes, raspones, quemaduras y ampollas. Ayuda a prevenir infecciones eliminando suciedad y bacterias, y favorece una cicatrización óptima.
Cubre la herida
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Coloca un apósito estéril para proteger la herida y mantenerla limpia. Elige un vendaje que se ajuste al tamaño de la lesión y colócalo con cuidado sobre la zona, asegurándote de que cubra toda la herida.
La línea de apósitos Curitas, que incluye Curitas Aqua Protect XXL, Curitas Sensitive, Curitas Flexible XL y Curitas extra fuerte ofrece protección confiable y duradera.
Están diseñados para ser flexibles, resistentes al agua y cómodos, adaptándose a la piel, ideales para personas activas. Además, ayudan a mantener la herida limpia y seca, previniendo infecciones y acelerando la curación. Gracias a sus diferentes tamaños y características, se adaptan a distintos tipos de heridas, brindando máxima protección y confort.
¿Cuáles son los tipos de heridas cerradas?
Las heridas cerradas se producen sin que haya exposición de los tejidos u órganos internos dañados, y generalmente son causadas por traumatismos contundentes.
Contusiones (moretones)
Las contusiones, comúnmente conocidas como moretones, son heridas provocadas por un golpe que daña pequeños vasos sanguíneos debajo de la piel sin romperla. Esto genera una decoloración visible y sensibilidad en la zona afectada.
Inicialmente, el moretón puede verse rojizo, pero con el tiempo el color cambia a morado, azul, verde, amarillo o marrón, a medida que el cuerpo reabsorbe la sangre acumulada.
Tratamiento para aliviar el dolor e hinchazón de los moretones:
- Hielo: Aplica una bolsa fría o compresa por 15–20 minutos (evita el contacto directo con la piel para prevenir quemaduras por hielo).
- Compresión: Envuelve suavemente el área con una venda elástica para controlar la hinchazón y evitar mayor sangrado.
- Elevación: Mantén la zona afectada elevada por encima del nivel del pecho.
- Analgésicos: Medicamentos de venta libre como ibuprofeno o paracetamol ayudan a reducir el malestar (evita aspirina, ya que puede aumentar el sangrado).
Ampollas

Las ampollas son pequeñas bolsas llenas de líquido que se forman en la piel, normalmente como resultado de fricción, quemaduras o irritación. Aparecen como elevaciones de la piel en forma de burbuja con líquido transparente. En algunos casos, pueden contener sangre (si hay daño en los capilares) o pus (si se infectan).
Lee más sobre el tratamiento adecuado para las ampollas.
Seroma
Un seroma es una acumulación de líquido claro y amarillento que se forma en un tejido o cavidad del cuerpo, usualmente después de una cirugía o trauma. Es común tras procedimientos como cirugía de mama, liposucción o cirugía abdominal. Aunque generalmente no es peligroso, puede generar incomodidad, dolor o sensación de pesadez. Se presenta como una protuberancia blanda y llena de líquido bajo la piel. En la mayoría de los casos, el cuerpo reabsorbe el líquido con el tiempo. Si es grande o persistente, un profesional de salud puede drenar el seroma. El uso de prendas de compresión también ayuda a prevenir su formación al reducir el espacio donde el líquido podría acumularse.
Hematoma
Un hematoma es una acumulación localizada de sangre fuera de los vasos sanguíneos grandes, causada generalmente por un golpe o lesión que daña las paredes de los vasos. La sangre se filtra al tejido circundante, formando una protuberancia inflamada, decolorada y, en muchos casos, dolorosa, con sensación de calor en la zona.
Puede deberse a traumatismos, intervenciones quirúrgicas o trastornos que afectan la coagulación. El tratamiento incluye: Disminuir el movimiento del área afectada, elevar la zona, aplicar compresas frías para aliviar el dolor y la hinchazón, usar un vendaje de compresión En casos severos o persistentes, un médico puede drenar la sangre acumulada.
Lesiones por aplastamiento
Una lesión por aplastamiento es un tipo de herida cerrada que ocurre cuando una parte del cuerpo queda bajo una presión o fuerza intensa, generalmente atrapada por un objeto pesado. Aunque la piel permanece intacta, puede haber daño interno en músculos, vasos sanguíneos y huesos. Este tipo de lesión puede causar dolor intenso, inflamación, hematomas y daño permanente en los tejidos. Requiere atención médica inmediata, ya que puede derivar en complicaciones graves como síndrome compartimental, insuficiencia renal o shock.
Preguntas frecuentes sobre el cuidado de heridas
A continuación, respondemos algunas dudas comunes sobre las heridas:
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¿Cómo saber si una herida está limpia o infectada?
Las infecciones suelen ocurrir cuando bacterias o suciedad entran al tejido a través de una herida abierta. Una herida limpia cicatriza más rápido y muestra señales claras de mejora con el paso del tiempo. En cambio, un corte infectado tarda más en sanar y se vuelve cada vez más doloroso. Lee más sobre cómo saber si tu herida está limpia o infectada.
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¿Cómo me aseguro de que mi herida esté limpia?
En casos de lesiones más graves como avulsiones, punciones profundas o abrasiones extensas, se recomienda acudir de inmediato a un profesional de salud, especialmente si hay una pérdida considerable de sangre.
Para el resto de las heridas que no requieren atención médica urgente, lo ideal es limpiarlas lo antes posible utilizando Curitas Spray para Heridas, con el fin de evitar infecciones. La mayoría de las heridas pueden tratarse en casa, y el primer paso en el proceso de curación es limpiar las heridas correctamente para evitar la formación de costras y favorecer una recuperación más rápida. -
¿Cuáles son los siete tipos de heridas?
Los siete tipos de heridas más comunes son:
Abrasión, laceración, punción, contusión (moretón), avulsión, incisión, lesión por aplastamiento. Cada una requiere cuidados específicos para asegurar una curación efectiva y prevenir infecciones.
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