Tratamiento de abrasiones

Si te preguntas qué es abrasión: son un tipo de herida superficial que se caracteriza por el daño en la piel, afectando principalmente la epidermis, es decir, la capa más externa. Por lo general, no alcanzan la dermis, que es la capa más profunda de la piel.

Zonas con piel delgada y sobre hueso —como los tobillos, codos o rodillas— son más propensas a sufrir abrasiones que las áreas con más acolchado natural. La piel raspada puede tener restos de suciedad que, si no se tratan adecuadamente, pueden causar una infección. Por eso, es importante seguir los pasos correctos para cuidar este tipo de heridas.

Tener la herida limpia es el primer paso para una cicatrización óptima. Una vez que se haya detenido el sangrado, limpia el raspón con Curitas Spray para Heridas para eliminar suciedad, bacterias y partículas visibles, y así prevenir infecciones.

El segundo paso es proteger el raspón del contacto con suciedad y bacterias para reducir el riesgo de infección. Seca con cuidado la piel alrededor de la herida y cúbrela con un apósito, gasa estéril o venda adecuada, especialmente en zonas como rodillas y codos que son más propensas a este tipo de lesiones. Para estas áreas en movimiento, puedes aplicar Curitas Flexible XL, un apósito extragrande, extra flexible e impermeable que bloquea hasta el 99 % de bacterias, permite que la piel respire y asegura adherencia duradera incluso durante la actividad física, lo que favorece una protección eficaz durante el proceso de curación.

El tiempo de curación de una abrasión de una herida depende de su tamaño y gravedad. En general, un raspón tarda varios días en sanar.

Seguir una rutina adecuada de cuidado de heridas es clave para acelerar el proceso de cicatrización, prevenir complicaciones como infecciones y reducir el riesgo de cicatrices.

Para evitar infecciones, es fundamental actuar rápido: limpia y protege la herida tan pronto como ocurra la abrasión.

Síntomas de una abrasión infectada:

• Las heridas no muestran señales de curación con el paso del tiempo
• Empeora a pesar de seguir los cuidados recomendados
• El dolor se intensifica en lugar de mejorar
• La zona del raspón sigue caliente, inflamada o enrojecida
• Aparece fiebre repentina
• Sale pus, secreción o líquido de la herida

Si crees que tu herida puede haberse infectado, o si parece que está sanando de forma particularmente lenta, deberías consultar a un médico. Obtén más información sobre heridas infectadas aquí.

Las abrasiones en la piel son lesiones muy comunes, especialmente en niños. Pueden ir desde leves hasta más severas, y suelen aparecer con mayor frecuencia en zonas del cuerpo propensas a caídas o golpes, como:

• Codos
• Rodillas
• Espinillas
• Tobillos
• Extremidades superiores

Las abrasiones pueden doler, ya que a veces quedan expuestas muchas terminaciones nerviosas de la piel. Sin embargo, no suelen causar mucho sangrado y la mayoría pueden tratarse fácilmente en casa.

Estas lesiones son especialmente comunes en niños pequeños que pasan mucho tiempo jugando al aire libre. La mejor forma de prevenir raspones en rodillas y codos es usar protecciones adecuadas cuando practican actividades con riesgo de caída, como andar en patineta o bicicleta.

Las caídas en bici son una de las causas más frecuentes de raspones, pero puedes reducir el riesgo enseñándole a tu hijo buenas prácticas de manejo. También es importante explicarle que los accidentes pueden pasar, acompañarlo si se cae y motivarlo a volver a subirse lo antes posible. Usa los apósitos Curitas de MARVEL o Disney FROZEN con diseños divertidos para devolverle la sonrisa a tu pequeño después del raspón.